30 de diciembre de 2005

Un gran consejo

Las ventajas de la prosperidad deben utilizarse para reparar anteriores desequilibrios y crear garantías contra las dificultades futuras.

En la vida hay que elegir entre ganar dinero o gastarlo, no hay tiempo suficiente para ambas cosas, al menos en los tiempos que corren. Y el hombre o la mujer, que sabe gastar y ahorrar es el más feliz, porque disfruta de ambas cosas. Aunque el hombre o la mujer, que vive con más desahogo no es el que tiene más, sino el que administra bien lo mucho o poco que tiene. Nada te puede dar una dignidad tan respetable, ni una independencia tan grande como el no gastar más de lo que gastamos.

El ahorrar dinero se ve como algo poético porque es pura creación. Ahora con la cuesta de enero volveremos al derroche. Yo soy de los que piensa que quien compra lo superfluo no tardará en vender lo necesario. Si eres capaz de gastar menos de lo que ganas, entonces habrás encontrado el tesoro de Harry Potter, “la piedra filosofal”.

Como dijo Séneca: “Compra sólo lo necesario no lo conveniente. Lo innecesario, aunque cueste un céntimo, es caro”.

Alberto Zambade Santiago

Estudiante de Sociología

Entrando el 2006 deprisa.

De nuevo, el día 31 de diciembre, las calles de Madrid se llenarán de deportistas. Algunos acostumbrados a las competiciones y otros simples aficionados al atletismo.

Madrid se llena de diversidad cultural con la San Silvestre Vallecana. La prueba reina del deporte en España. Alrededor de 16.000 participantes tomarán las calles de Madrid para entrar el año con salud y alegría. Para muchos la San Silvestre es una prueba de coraje y de fuerza de voluntad, por la que lucharán hasta conseguir un objetivo privilegiado, ganar, que sólo a los más exigentes les corresponde.
Algunos han entrenado duro durante varios meses y otros, simplemente, han decidido participar en la carrera. De cualquier forma, hay que estar preparado, dicen los que la han corrido otros años, para acabar la carrera a buen ritmo y con mucha marcha.

Las calles de Madrid vuelven a ser de nuevo para los deportistas. Mucha suerte y que gane el mejor.
La podéis ver completa en la Web: www.quediario.com/madrid/ o en

Alberto Zambade Santiago
Estudiante de Sociología

26 de diciembre de 2005

La inmigración en España


Este es el tema que hoy me gustaría que compartiéramos juntos.

España, que durante siglos ha sido un país de inmigrantes, se ha convertido desde su entrada en la Unión Europea en el lugar de acogida de un número creciente de extranjeros. Aunque la proporción no es alta, comparada con países como Australia, Canadá, Estados Unidos y Alemania, sin embargo, el aumento de nuestro ritmo de inmigración es notable.
Cabe decir que la inmigración ocupa un importante lugar en la escala de temas de actualidad y en la valoración cuando se formula una encuesta pública.

¿Cuáles son los principales problemas de España en estos momentos?

La inmigración, dentro de las encuestas de opinión, aparece definida como un problema a la par, ya prácticamente, con temas muy importantes como el desempleo o el terrorismo.
La inmigración ha llegado a nuestro país de una forma pujante y casi, también, de forma inesperada. España no ha sido un país de tradición, en cuanto a la inmigración, sino todo lo contrario, durante mucho tiempo hemos sido un país que exportaba inmigrantes, es decir, que nuestros ciudadanos tenían que irse a otros países para buscar esa vida que no tenían aquí o huyendo de persecuciones políticas. Sin embargo, desde la década de los 90 se ha invertido el proceso migratorio y hoy somos un país eminentemente de inmigración y, lógicamente, se tienen que poner los instrumentos necesarios para hacer que esté controlada y que sea legal.

Hemos vivido durante este año situaciones complejas. La primera de ellas es y era ordenar lo que este gobierno se había encontrado, cientos de miles de personas en situación irregular, que sin embargo tenían una vinculación con el mercado laboral, es decir, estaban trabajando en empleos pero de economía sumergida.

Y yo me pregunto ¿Por qué todas esas personas que realizan un trabajo al margen de la legalidad no pagan impuestos, no cotizan a la seguridad social y por tanto no están contribuyendo al sostenimiento de nuestro estado de bienestar?
Todas estas personas que se incorporan a la economía formal y que están, por tanto, dadas de alta en la seguridad social son personas que contribuyen al afianzamiento de la sanidad o al de la educación.
El problema de la no regularización de los papeles que necesita un inmigrante, para que pueda ser español, no le afecta de un modo singular a la propia persona, sino que es un problema que amenaza a la misma economía del país, porque se empobrece.
En la inmigración clandestina podríamos señalar varias categorías, no sólo pueden venir en pateras que es lo habitual. El número más significativo de inmigrantes lo encontramos en la entrada por los pirineos y a través del aeropuerto de barajas. La inmigración clandestina en este año ha bajado en más de un 40 %, en las costas canarias en más de un 50 %, con lo cual se podría decir que esto tiene un doble mérito. Primero porque ha decrecido la llegada de inmigrantes y segundo porque hemos logrado lo más importante y es acabar con la muerte de miles de inmigrantes en el estrecho.

Por primera vez el gobierno ha puesto en marcha un fondo para la integración. La primera iniciativa de refuerzo educativo porque están convencidos de que la integración no será posible sino hay recursos disponibles. En colaboración con los gobiernos autonómicos y también con los ayuntamientos de los diferentes municipios.


Y yo me vuelvo a cuestionar ¿Dejaremos de ser con estos recursos puestos a nuestro alcance de nuestras manos menos racistas con estas personas? Seguiremos buscando la sociabilidad o nos limitaremos a la animalidad.

Sólo hay un ser humano que puede vivir fuera de la sociedad, aquel debe de estar o por encima del ser humano o por debajo del ser humano, es decir, o es un dios o es un bruto como dijo Aristóteles.

¿Llegaremos a entendernos alguna vez todos los seres humanos?

Alberto Zambade Santiago

25 de diciembre de 2005

Dulces sueños


Estamos en la semana 24. Con seis meses ya han desarrollado el poder de soñar, pensar y hasta escuchar cuando su madre le habla. Ya le faltan tres meses para ser uno más entre nosotros. Felicidades a todas la mamás.

PD: Este reportaje se lo he quiero dedicar a mi hermana Inma y a mí cuñado Juan Carlos, a ellos en especial Felicidades y, también, a todas las mamás.

Con cuatro meses


En esta foto el feto tiene cuatro meses. Es a partir de aquí cuando el desarrollo será más acelerado porque sus constantes vitales tienden a alimentarse más deprisa.

A partir de aquí sentirás cada vez más sus latidos, sus movimientos circulares y hasta alguna que otra patada.

Muchos cambiábamos la vida tan estresada que llevamos por esta. ¿No es maravilloso vivir allí?

El inicio de la vida



El comienzo de la vida tiene un valor muy especial. Desde lo más inocuo del cosmos genético dan comienzo generaciones de seres humanos, que en un futuro llegarán a ser quienes gobiernen la tierra y todo el legado más preciado que les hemos dejado; la vida y sus constantes transformaciones. Todo cuanto acontece en su interior es producto de las dos ciencias más afines y complejas de nuestro universo simbólico. La Biología y la Sociología desde el comienzo de la vida en la tierra están unidas e interactúan continuamente, formando un vínculo inseparable de análisis e investigaciones con las cuales poder dar una explicación más clara y concisa. La creación del hombre y su particular y enigmática composición debe entenderse como la lógica del principio de la vida y como la mejor experiencia que la vida ofrece al ser humano.

24 de diciembre de 2005

Vivir con esperanza

Hay cosas que nunca cambian. Si cierro los ojos aún puedo sentir el olor a cuero de la bolsa de viaje de mi padre y aún puedo sentir mi mano en su mano.
Siempre me marchaba feliz de la casa familiar porque olía a viejo. Con el frescor de la mañana marchaba dichosa de no tener una madre.

En la estación, mi padre y yo nos encontrábamos con nuestra verdadera familia, con esta gente que se mueve entre el desosiego y la esperanza, gente que se da besos tiernos, besos apasionados, apresurados besos. Me gustaba estar así.
Los primeros años de mi infancia transcurrieron entre habitaciones de hotel y trenes. Yo esperaba a mi padre en nuestro cuarto, jugando con mi pantalla mágica. Era una pantallita giratoria que se sujetaba a la luz de la mesita y al momento el techo, las paredes y el suelo se llenaban de manchas multicolores danzando a mi alrededor, se posaban en mi mano, resbalaban por mi cuerpo y yo imaginaba estar bajo el mar o en mitad del universo.
Cuando llegaba mi padre, le rodeaba con mis bracitos y hundía mi nariz en su cuello y le musitaba un “te quiero” que le obligaba a lanzarme al aire envuelta en un carrusel de risas. Pues, mi padre reía como el arco iris.

A veces volvíamos a la casa familiar. Yo dormía con mis primas. Éstas siempre caminaban con el borde de los pies, entre cruces y rayas, y meditaban mucho sobre lo que estaba bien o mal. Fue en una de estas estancias en la casa familiar. Mientras dormía, mi padre me besó la mejilla. Sentí el inconfundible olor de su bolsa de viaje y vi en él una miraba extraña. En sus ojos estaban las oscuras razones que rigen el mundo de los mayores y yo. Supe que era un adiós definitivo. Sin embargo, le pregunté: “¿Volverás pronto?”. “Tú pórtate bien siempre”, me dijo. Salió del cuarto. Yo me quedé arrebujada en las sabanas. Imaginé la estación y el helor que sentiría mi padre en su cara y en su mano sin que mi pequeña mano se la calentara.
Ha pasado mucho tiempo. He aprendido que no existe la frontera del bien y del mal. Ahora camino entre cruces y rayas. Y sigo adorando las estaciones. Pues, antes de ir a mí casa, mis paseos me llevan al mismo lugar: un café entre besos y adioses.
Pues, no desisto encontrar un día a un hombre con una bolsa de viaje; quizás, algún tren me traiga a alguien que se ría como el arco iris. Ese día me acercaré, le rodearé con mis brazos y le diré:

“Sabes, me he portado bien siempre”.

Un año más

De nuevo las cenitas de Nochebuena vuelven a ser noticia. Hoy todas las Mamás trabajarán más que ningún día del año, cuando en realidad, no debería de ser así. Hoy ultimarán los detalles para que la cena en familia sea algo especial.

Los centros comerciales cerrarán antes para que todo el mundo disfrute con su familia esta noche mágica.

Un año más Santa Claus trabajará esta noche a destajo, para que ningún niño se quede sin su regalo de Navidad. Y que así sea.

Un año más, no todos los sueños se han hecho realidad. Aunque seguro que a los que les ha tocado el Gordo de Navidad pensarán para ellos que este año es especial. Felicidades a todos.

Un año más quiero felicitar las Navidades a mi familia y a la familia de mi novia y, también, a todo el mundo.

Un año más quisiera pedirle a Santa Claus que reparta paz, amistad, felicidad, solidaridad y salud, por que la salud ante todo.


Una vez más ¡FELIZ NOCHEBUENA Y FELIZ NAVIDAD!

Web recomendada para que la vivitéis: http://www.20minutos.es/carta/72868/0/Queridos/Reyes/Magos/

23 de diciembre de 2005

El pequeño Dardo


Estimados lectores:

Os invito a que me comentéis lo que expongo en este blog, para que podamos compartir diferentes puntos de vista. ¿Qué os parece?
La comunicación es fundamental para el desarrollo intelectual.
¿A qué estáis esperando?

Para que pueda publicaros vuestros escritos personales deberéis enviarlos pulsando aquí, a la dirección de correo que aparece, y estarán publicados durante dos días para que los vea el resto de los lectores.
Relatos narrativos, poesías, curiosidades, inquietudes u opiniones personales, de fácil comprensión para todos lo que nos leemos cada día, es todo esto y más cuanto podéis enviarme.

Saludos del Pequeño Dardo
Alberto Zambade Santiago

19 de julio de 2005

El mundo es un pañuelo. Relato Corto

Hola Lectores:

Si queréis publicar algo en mí blog para que lo vean los demás, enviármelo al e-mail: alberto.zambade@hotmail.com y en breve será publicado.

Saludos del Dardo
Género Relato Corto.

El mundo es un pañuelo.

Alguna vez habéis escuchado aquel dicho que dice “el mundo es un pañuelo”. Precisamente, hoy os quiero contar una pequeña anécdota que me sucedió hace tiempo al hilo del dicho que os acabo de recitar.
De siempre he confiado en el destino y su espera me trajo una bella sorpresa. Tuve una compañera de Colegio-Universidad, Isabel, con la que mantuve una relación de amistad preciosa, suenan graciosos los terminos, que nos duró un par de años. Se le daban genial los estudios y aquel don hizo que cada cual tomase un camino distinto, nuestras vidas, a medida que fuimos creciendo fueron ambas por vías diferentes. Ella, despues de dejar el Colegio y comenzar con la Universidad, de hay el termino, tuvo que marchar a EE.UU para seguir avanzando en su último curso de carrera, la tesis final de medicina, y yo me quedé en Madrid. Como me decía en repetidas ocasiones mi madre, me quedé compuesto y sin novia. A mi me encandiló el amor con dieciseis años recién cumplidos y a ella con catorce años.

La verdad que siempre confié en aquel dicho que ahora se me repite con sonsonete ‘el mundo es un pañuelo’ y en silencio esperé a que llegara el día que pudiese volver a verla de nuevo, volver a encontrarme con ella cara a cara, en cualquier esquina de este pequeño mundo. El paso del tiempo pesaba y a veces se me llegó a hacer eterna la espera, tanto que hasta todas mis ilusiones y sueños se me hacían un nudo entre las manos y entre tanto cavilar, del cual muchísimas veces sólo obtuve la respuesta del silencio a mis preguntas, remendé todo y llegué cada día a intentar desliarme de tantos sueños rotos y de tantas esperanzas desvanecidas, para hacer que cada día se me hiciera todo más fácil, más llevadero. Pero cada vez que lo intentaba, cuando parecía sacar la cabeza a flote para respirar aire fresco, todo se turbaba más difícil al pensar que el tan ansiado encuentro pudiera ser o fuera a ser, un hecho o no. Sí, compañeros. Me había enamorado hasta la médula de Isabel. Y me enamoré mucho más al pensar que jamás la volvería a ver nuevamente. Cada uno estábamos en una esquina del mundo diferente. Cuando ella contemplaba el amanecer en EE.UU yo veía declinar el último rayo de sol de una tarde de estío desde la ventana de mi escritorio en Madrid. Y así pasaron los días y los años.

Llegué a convencerme de que en realidad nuestro problema venía dado por vivíamos en mundos opuestos. Pero el azar quiso que un día nos encontráramos ambos paseando por la misma esquina del mundo.

Al principio, al cruzarnos en la misma acera por donde ambos estábamos paseando, un aroma conocido, un rastro de perfume saboreado en otro tiempo, una forma de figura tan peculiar, un modelo que antaño me susurró confianza mientras dábamos paseos con los libros a cuestas por el patio de la Universidad entre descanso y descanso y una voz suave, sutil, cariñosa, que dejo escapar por entre sus labios mi nombre a modo de pregunta “¿Alberto?” abrió la quebradiza tapa de mi pequeña caja de recuerdos, como si de una delicada caja de música que afina momentos inolvidables al compás de una dulce melodía se tratara. Me detuve. Se detuvo. Me quedé inmóvil, pensativo, con una inmensa sensación de alegría que albergué entre mi pecho, comparable al torbellino de mil caballos galopantes. En ella percibí la misma sensación cuando al girarme vi su cuerpo, sus preciosos ojos verdes, su bello pelo negro… Al cruzar mis ojos con los suyos nos reconocimos las miradas. Fue muy breve aquel encuentro. Aún cuando lo pienso, lo veo como si fuera aquel día. Me acuerdo que mientras nos abrazábamos me acerqué a su oído y, tenue, le susurré “el mundo es un pañuelo”. En aquel instante sólo pude articularle esas breves palabras, al tiempo que desechaba cualquier idea loca, fruto de las inagotables imaginaciones y deseos que antaño me habían hecho creer que cada uno debía seguir su camino, totalmente inverso.

Había rodado demasiado el tiempo, y aquellas palabras justificaban toda mi espera.
Pero quizás hoy, después de diez años de noviazgo con Isabel, simplemente este recuerdo quede como una hermosa anécdota de nuestra juventud que argumenta un poco más nuestra bella vida, nuestra hermosa relación. Pues, sinceramente amigo lector, cada día creo más en el destino y en aquel dicho tan peculiar y tan repetido que dice “el mundo es un pañuelo”.
Autor: Alberto Zambade
Todos los derechos reservados Copyright 2005

7 de abril de 2005

Pensando en lo que siento...

Divagando en mis propios pensamientos, llego hasta la conclusión de que AMAR tiene que ser algo más que SENTIR, que VER y que TOCAR.

No tengo dudas al decir que te amo más allá de mis sentidos LAURA. No tengo dudas cuando grito a los cuatro vientos, ¡¡¡¡¡TE QUIEROOO LAURA!!!!!

No tengo la menor duda de que eres quien siempre he querido a mi lado. Ahora sé lo que es amar, se lo que es sentir y sé lo que es ver con el CORAZÓN, mi vida cobra sentido, mi camino avanza a pasos agigantados, a tu lado Laura.

Me volvió la esperanza contigo, regresé de mis cenizas, renací de un sueño maldito y me enseñaste la luz, eres mi guía y no quiero que lo dudes nunca mi cielo.

Tú eres muy especial para mi, te amo con todas mis fuerzas y quiero dejar constancia en mi camino, porque quiero que sepas que es nuestro camino, el camino que poco a poco vamos a ir construyendo juntos.

Y a pesar de los momentos malos por los que la vida me pone a prueba a veces, a pesar de las bajadas que tengo, de los días y las horas que he deseado estar solo a veces. Quiero darte las gracias por seguir a mi lado, por darme tanto calor, tanta comprensión, tanto apoyo y por levantarme cada día con una sonrisa, con una sorpresa reflejada en tu mirada. Quiero darte las gracias ....

POR ESTAR A MI LADO Y POR QUERERME TANTO CADA DÍA.

No dudes jamás de lo que siento por ti, porque yo jamás dudaré de ti.

Gracias, mi niña...gracias por tu amor y por todo lo que me aportas, estando cerca de mi siempre.

Nunca dejes de lado que se tubie tu luz, cuando la oscuridad te acecha, nunca dejes de ser tú, porque tu luz NO puede igualarse a nadie en este mundo.

Yo volveré a brillar, si tu brillas conmigo. Yo derribaré los mantos que ahora cubren mi cielo de arena y niebla, cuando tu viento fresco y fuerte los aleje de mi vida, estando a mi lado, en los buenos momentos y en los malos.
Mi luz se apaga por múltiples devenires que continuamente me inundan cada día.

Es duro saber que puedes querer, amar y creer en la esperanza, cuando la vida te dice lo contrario a veces. Nadie es lo suficientemente fuerte como para saber aprovechar los momentos dolorosos que la vida te muestra y sacar de ellos algo beneficiosos, cuando no brillas con luz propia. De todo se saca una conclusión, que hay que intentar ser lo más feliz siempre, con lo mucho o con lo poco que tengas en ése momento. Porque la vida es la única capaz de darte la felicidad que buscas y tanto te la da, como te la quita.

Sólo decirte algo más... me seguirás en éste duro camino que estoy cruzando contigo? Seremos todo lo felices que queremos ser, desde que nos conocimos?

Espero que tú me sigas dando las respuestas como hasta ahora...Te Amo, por encima de todo lo que siento y siento más de lo que te digo, y no digo más de lo que pienso, porque pienso más que lo siento, te digo y escribo.

Gracias Laura, por seguir a mi lado...
-------------------------------------------------------------------
Autor: Alberto Zambade Santiago

Todos los derechos reservados de Copyright 2010